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Uno de los óleos de
Salom Ortiz con los
casalicios al fondo |
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El pintor carcaixentí Salom
Ortiz ofrece una exposición, en su localidad,
que conmemora los 25 años de la pantanada y que
se podrá admirar en la Penya Esportiva, ubicada
en la calle Comandante Hernández. La asociación
Pictórica y Cultural, con la colaboración del
Ayuntamiento de la ciudad, ha querido recordar
los hechos acaecidos hace ahora un cuarto de
siglo.
25 anys de la pantanà
refleja, según el presidente de la asociación,
Francesc Morant, "el drama vivido por él mismo
(el autor)".
Esta obra, sigue relatando
Morant, "fue expuesta por primera vez en el año
1983. Este año podemos volver a ver, las
personas que vivimos aquella amarga experiencia
de la noche del 20 de octubre de 1982, además de
los jóvenes que han nacido posteriormente y que
lo han oído contar en múltiples ocasiones".
Los óleos de Salom Ortiz
hablan de cómo él describe "la nostra vida pel
mig del carrer", haciendo referencia a los
trastos, mojados por el barro, que tuvieron que
dejar en las calles, que quedaron llenas de
utensilios domésticos, mientras que las casas se
quedaron vacías de todo lo que había marcado una
vida.
Sus cuadros también
representan la solidaridad del Ejército en días
tan duros para los habitantes de la comarca de
la Ribera, el barro que queda después de la
tromba de agua del pantano de Tous, así como el
enorme trabajo de los habitantes de esta comarca
para resurgir de lo que se vislumbraba como un
infierno.
Además de las obras de la
pantanada, cuadros que representan los momentos
vividos con el derrumbamiento de la presa de
Tous, Salom Ortiz expone una muestra individual
de la pintura de sus últimos años.
Los locales de la Penya
Esportiva acogen esta exposición que presentan
dos momentos bien diferenciados de la carrera
del pintor.
Los óleos pintados bajo el
amargo sabor de quien ha vivido una desgracia
que marcará a los habitantes de Carcaixent y de
todas las poblaciones afectadas y, la otra, los
óleos que Salom Ortiz pinta desde la madurez de
un artista sosegado, pausado, alegre y amante de
la naturaleza, representado en sus
inconfundibles marinas y paisajes vistos desde
una óptica que sólo pretende "hacer sentir" al
que los admira.
